martes, 8 de mayo de 2012

Energía no significa electricidad

Cuando se habla de energía, el tema generalmente se centra en la electricidad. Pero la energía incluye también al transporte y la calefacción, lo que son igual de importantes que la electricidad y que incluso presentan mayores desafíos.
Según la Agencia Internacional de Energía (IEA), el 2007 un tercio del total de la energía utilizada en Chile se utilizó en el sector transporte. La calefacción y cocina (que forman parte del sector residencial) correspondieron al 17% del total de la energía utilizada, de los cuales un 65% proviene de leña y el resto corresponde a gas natural y derivados del petroleo.

Estos números son altísimos, ¡No sólo somos altamente dependientes de la quema de combustibles en la electricidad, sino que también en calefacción y transporte!

Para disminuir el consumo de combustible en transporte y calefacción cada persona puede (y debe) poner su grano de arena, pero también el gobierno puede hacer mucho más para forzar estos cambios.
Hay prácticas muy básicas que se pueden tomar, como por ejemplo:

Lo primero es tener una mayor cultura de la bicicleta. Hay que usarla para ir a la U o el trabajo si la distancia lo permite y por supuesto también hay que preferirla antes del auto para ir al supermercado que queda a 5 cuadras.
Cuando se trata de usar el auto, hay que procurar compartirlo para ir al trabajo (ver http://www.a-dedo.cl/ para compartir viajes). A menor cantidad de autos, menos combustible se gasta, se contamina y congestiona menos y además se ahorra dinero. Una medida fundamental para ahorrar es comprar un auto acorde a las necesidades. Es muy común ver a una sola persona en una camioneta enorme, desperdiciando un montón de combustible y contaminando más de lo necesario. Esto se podría evitar teniendo impuestos y cobrando patentes de acuerdo al nivel de contaminación ligado al auto y no sólo dependiendo del precio del éste. Otra medida es o que los impuestos a los combustibles vendidos para el transporte no sean por litro sino que por kilómetros recorridos.

Con respecto a la calefacción (y sistemas de enfriamiento), lo primero que se debe hacer es entender que las estufas son calentar espacios y no para que todos se reúnan alrededor de ésta como en una fogata mientras la puerta y la ventana están abiertas. Es fundamental mantener el calor dentro de la casa y no desperdiciarlo, por lo que la aislación juega un papel muy importante. Se deben fijar estándares para que cada nueva casa o departamento que se construya tenga una aislación decente que permita mantener temperaturas agradables tanto en verano como en invierno. Obviamente estos estándares deben depender de las temperaturas y condiciones de cada región. Al hablar de aislación se debe nombrar el concepto que lleva la aislación y el ahorro energética a su máximo nivel: La casa pasiva, que consiste en métodos de construcción que llevan el consumo de las casas a niveles bajísimos (ver https://es.wikipedia.org/wiki/Casa_pasiva).

Si nosotros ahorramos energía en todas sus versiones (calefacción, transporte y electricidad) y además los gobernantes toman medidas serias para disminuir el uso de combustibles fósiles, entonces podremos lograr un país eficiente energéticamente y responsable con el medio ambiente.