martes, 5 de junio de 2012

Descentralización y cooperativas

Las energías renovables no solo ayudan a cuidar el medio ambiente. También le dan la posibilidad a las comunidades y a las personas de ser independientes energéticamente. Esto se logra principalmente mediante la generación distribuida, que es un sinónimo de generación descentralizada.

La descentralización energética se ha logrado en gran medida en Dinamarca. Y el ejemplo es extraordinario. Como se muestra en las fotos el país pasó de un modelo totalmente centralizado en 1985 a uno descentralizado en 2009. Esto se logró principalmente mediante la integración de calor distrital en muchísimas de las ciudades, la instalación de parques de grandes aerogeneradores, las instalaciones domésticas y a través de la participación de cooperativas en la generación eléctrica.

Infraestructura de potencia eléctrica en Dinamarca en 1985 y 2009
Del calor distrital ya he hablado y la instalaciones domésticas son bastante conocidas. La manera que no es tan conocida, pero que es muy interesante son las cooperativas.

En Dinamarca muchos grupos de granjeros y de familias se han juntado para invertir en molinos de viento de mediano tamaño. Y el hecho de juntarse como comunidad les permitió hacer algo que hasta el momento estaba restringido a las grandes empresas, les permitió poder generar energía, pasar de ser consumidores a productores.

Les voy a contar la experiencia de una conocida, Jane. Ella en los 80 organizó la instalación de un aerogenerador de 200 kW (ver link para hacerce una idea). A través de un aviso en el diario, logró reunir a 49 familias, quienes se organizaron para comprar e instalar el molino. Algunos tenían el dinero para invertirlo inmediatamente y otros se organizaron y hablaron con el banco local para obtener un préstamo.
El aerogenerador se pagó en 3 años y medio para los que tenían el dinero y en 6 años y medio para los que pidieron un préstamo. El molino estuvo funcionando por 20 años y generando ingresos para las familias por aproximadamente 15 años.
Ellos fueron una de las tantas cooperativas que se crearon para instalar molinos de viento.

Las cooperativas para la generación eléctrica (y para otros fines también) son un ejemplo digno de ser copiado. Es una manera muy interesante de generar más energía limpia, de lograr la independencia energética y avanzar hacia la descentralización.

Somos un país con muchísimos recursos. Los recursos son nuestros y debemos aprovecharlos. La buena noticia es que no es necesario esperar a que las grandes empresas los usen, ya que podemos usarlos nosotros mismo. Y así tener un país limpio e independiente energéticamente.

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